Observaciones sobre “La rama dorada” de Frazer: Difference between revisions

no edit summary
No edit summary
No edit summary
Line 71: Line 71:
Cuando nos aclara, por ejemplo, que el rey debiera ser asesinado en su propia sangre, porque si no, según las concepciones de los salvajes, su alma no se mantendría fresca, entonces uno solo puede decir: donde se encuentran aquella costumbre y esta creencia, ahí no surge la costumbre de la creencia, sino que sencillamente se dan ambas allí.
Cuando nos aclara, por ejemplo, que el rey debiera ser asesinado en su propia sangre, porque si no, según las concepciones de los salvajes, su alma no se mantendría fresca, entonces uno solo puede decir: donde se encuentran aquella costumbre y esta creencia, ahí no surge la costumbre de la creencia, sino que sencillamente se dan ambas allí.


Puede ser, y esto ocurre hoy a menudo, que una persona abandone una costumbre después de haber reconocido un error sobre el que esta costumbre se sostiene. Pero este caso existe solamente allí donde basta hacer consciente a las personas de sus errores para disuadirlos de sus comportamientos [''Handlungsweise'']. Pero ese no es en absoluto el caso de las costumbres religiosas de un pueblo y ''por eso'' ''no'' se trata precisamente de un error.<ref>Miles/Rhees citan aquí ''La rama dorada'', página 312 en la versión en español [264 en la inglesa]: «''pero la reflexión y la investigación debería satisfacernos con la idea de que estamos en deuda con nuestros predecesores por todo lo que pensamos y que sus errores no son extravagancias intencionadas o delirios de grandeza, sino simples hipótesis, justificables como tal al tiempo que fueron propuestas, pero que una experiencia más completa ha probado inadecuada. Solo mediante el examen recurrente de las hipótesis y el rechazo de la falsedad se puede dilucidar la verdad. Al fin y al cabo, lo que llamamos verdad solo es la hipótesis que ha resultado funcionar mejor. Por lo tanto, al revisar las opiniones y prácticas de las épocas y razas más rudimentarias deberíamos mirar con indulgencia sus errores como patinazos inevitables cometidos en la búsqueda de la verdad, y darles el beneficio de esa indulgencia que nosotros mismos quizás algún día necesitemos: “así, los ancianos deben ser escuchados con indulgencia” [en latín en el original:'' cum excusatione itaque veteres audiendi sunt]».</ref>
Puede ser, y esto ocurre hoy a menudo, que una persona abandone una costumbre después de haber reconocido un error sobre el que esta costumbre se sostiene. Pero este caso existe solamente allí donde basta hacer consciente a las personas de sus errores para disuadirlos de sus comportamientos [''Handlungsweise'']. Pero ese no es en absoluto el caso de las costumbres religiosas de un pueblo y ''por eso'' ''no'' se trata precisamente de un error.<ref>Miles/Rhees citan aquí ''La rama dorada'', página 312 en la versión en español [264 en la inglesa]: «Pero la reflexión y la investigación debería satisfacernos con la idea de que estamos en deuda con nuestros predecesores por todo lo que pensamos y que sus errores no son extravagancias intencionadas o delirios de grandeza, sino simples hipótesis, justificables como tal al tiempo que fueron propuestas, pero que una experiencia más completa ha probado inadecuada. Solo mediante el examen recurrente de las hipótesis y el rechazo de la falsedad se puede dilucidar la verdad. Al fin y al cabo, lo que llamamos verdad solo es la hipótesis que ha resultado funcionar mejor. Por lo tanto, al revisar las opiniones y prácticas de las épocas y razas más rudimentarias deberíamos mirar con indulgencia sus errores como patinazos inevitables cometidos en la búsqueda de la verdad, y darles el beneficio de esa indulgencia que nosotros mismos quizás algún día necesitemos: “así, los ancianos deben ser escuchados con indulgencia” [en latín en el original: ''cum excusatione itaque veteres audiendi sunt'']».</ref>




Frazer dice que es muy difícil desvelar el error en la magia (y por eso se mantendría esta tanto tiempo) ya que, por ejemplo, un conjuro que debe traer la lluvia, con toda seguridad, se realiza de manera efectiva más tarde o más temprano.<ref>Miles/Rhees citan aquí ''La rama dorada'', página 86 en la versión en español [59 en la inglesa]: «''Una ceremonia orientada a hacer que el viento silbe o que la lluvia caiga, o que provoque la muerte de un enemigo, siempre será seguida, más tarde o más temprano, por el suceso que debería de provocar; y un hombre primitivo debería ser excusado por tomar el suceso como un resultado directo de la ceremonia, y la mejor prueba posible de su eficacia''».</ref> Pero entonces es llamativo que las personas no se dieran cuenta antes de que de todas formas acaba lloviendo más tarde o más temprano.
Frazer dice que es muy difícil desvelar el error en la magia (y por eso se mantendría esta tanto tiempo) ya que, por ejemplo, un conjuro que debe traer la lluvia, con toda seguridad, se realiza de manera efectiva más tarde o más temprano.<ref>Miles/Rhees citan aquí ''La rama dorada'', página 86 en la versión en español [59 en la inglesa]: «Una ceremonia orientada a hacer que el viento silbe o que la lluvia caiga, o que provoque la muerte de un enemigo, siempre será seguida, más tarde o más temprano, por el suceso que debería de provocar; y un hombre primitivo debería ser excusado por tomar el suceso como un resultado directo de la ceremonia, y la mejor prueba posible de su eficacia».</ref> Pero entonces es llamativo que las personas no se dieran cuenta antes de que de todas formas acaba lloviendo más tarde o más temprano.




Line 137: Line 137:
El bautizo como ablución [''Waschung'']. El error surge en el momento en el que la magia es interpretada científicamente.
El bautizo como ablución [''Waschung'']. El error surge en el momento en el que la magia es interpretada científicamente.


Cuando la adopción de un niño se lleva a cabo de tal manera que la madre le empuja a través de sus ropas, es descabellado creer que aquí existe un ''error'' y [que] ella cree haber dado a luz al niño.<ref>Miles/Rhees citan aquí ''La rama dorada'', página 38 en la versión en español [14‒15 en la inglesa]: «''El mismo principio de hacer-creer, tan querido por los niños, ha llevado a otras personas a emplear la simulación del nacimiento como una forma de adopción […]  Una mujer coge al niño que pretende adoptar y lo empuja o tira de él a través de sus ropas, tras lo cual es considerado su mismísimo hijo y hereda la propiedad completa de sus padres adoptivos''».</ref>
Cuando la adopción de un niño se lleva a cabo de tal manera que la madre le empuja a través de sus ropas, es descabellado creer que aquí existe un ''error'' y [que] ella cree haber dado a luz al niño.<ref>Miles/Rhees citan aquí ''La rama dorada'', página 38 en la versión en español [14‒15 en la inglesa]: «El mismo principio de hacer-creer, tan querido por los niños, ha llevado a otras personas a emplear la simulación del nacimiento como una forma de adopción […]  Una mujer coge al niño que pretende adoptar y lo empuja o tira de él a través de sus ropas, tras lo cual es considerado su mismísimo hijo y hereda la propiedad completa de sus padres adoptivos».</ref>


De las operaciones mágicas hay que distinguir aquellas que consisten en una representación falsa, demasiado simple, de las cosas y los procedimientos. Por ejemplo, cuando uno dice que la enfermedad se transfiere de una parte del cuerpo a las otras o toma medidas para extraer la enfermedad como si fuera un líquido o un estado de calor. Uno se hace entonces una imagen falsa, lo que aquí significa inadecuada [''unzutreffend''].
De las operaciones mágicas hay que distinguir aquellas que consisten en una representación falsa, demasiado simple, de las cosas y los procedimientos. Por ejemplo, cuando uno dice que la enfermedad se transfiere de una parte del cuerpo a las otras o toma medidas para extraer la enfermedad como si fuera un líquido o un estado de calor. Uno se hace entonces una imagen falsa, lo que aquí significa inadecuada [''unzutreffend''].
Line 162: Line 162:
Cómo habría podido el fuego, o la similitud del fuego con el sol, no crear una impresión en el despertar del espíritu humano [''erwachenden Menschengeist'']<ref>Esta expresión (que se repetirá más adelante) indica un dinamismo muy claro, es decir, hace referencia al espíritu humano que está en proceso de despertarse, no todavía dormido (entiéndase, a nivel espiritual), pero tampoco despierto al completo</ref>. Pero quizás no «porque él no puede explicárselo» ([lo cual es una] estúpida superstición de nuestro tiempo), pues ¿será menos impresionante debido a la «explicación»?
Cómo habría podido el fuego, o la similitud del fuego con el sol, no crear una impresión en el despertar del espíritu humano [''erwachenden Menschengeist'']<ref>Esta expresión (que se repetirá más adelante) indica un dinamismo muy claro, es decir, hace referencia al espíritu humano que está en proceso de despertarse, no todavía dormido (entiéndase, a nivel espiritual), pero tampoco despierto al completo</ref>. Pero quizás no «porque él no puede explicárselo» ([lo cual es una] estúpida superstición de nuestro tiempo), pues ¿será menos impresionante debido a la «explicación»?


La magia en ''Alicia en el país de las maravillas''<ref>Título escrito en inglés en el texto original en alemán. </ref>, secándose a través de la lectura de lo más seco que hay.<ref>Referencia al tercer capítulo de ''Alicia en el país de las maravillas'', de Lewis Carroll, en el que un grupo pintoresco de animales (y la propia Alicia) discuten sobre el mejor método para secarse (es decir, quitarse el agua que les empapa) rápidamente, a lo que «el ratón» propone la lectura de la ardua historia (es decir, seca en sentido literario, pesada, dura) de Guillermo el Conquistador, que es, según el ratón, «lo más seco que conozco». El juego de palabras entre «seco» y «árido» se mantiene en inglés y en alemán en las palabras “''dry''” y „''trocken''“.</ref>
La magia en ''Alicia en el país de las maravillas'',<ref>Título escrito en inglés en el texto original en alemán.</ref> secándose a través de la lectura de lo más seco que hay.<ref>Referencia al tercer capítulo de ''Alicia en el país de las maravillas'', de Lewis Carroll, en el que un grupo pintoresco de animales (y la propia Alicia) discuten sobre el mejor método para secarse (es decir, quitarse el agua que les empapa) rápidamente, a lo que «el ratón» propone la lectura de la ardua historia (es decir, seca en sentido literario, pesada, dura) de Guillermo el Conquistador, que es, según el ratón, «lo más seco que conozco». El juego de palabras entre «seco» y «árido» se mantiene en inglés y en alemán en las palabras “''dry''” y „''trocken''“.</ref>


En la sanación mágica de una enfermedad uno le ''indica'' [a esta] que debe abandonar al paciente.
En la sanación mágica de una enfermedad uno le ''indica'' [a esta] que debe abandonar al paciente.
Line 183: Line 183:




Frazer [dice]: «Parece cierto que estas operaciones están dictadas por el miedo de los fantasmas de los caídos».<ref>Página 255 en la versión en español [212 en la inglesa] de ''La rama dorada''.</ref> Pero, ¿por qué usa Frazer la palabra «fantasma»<ref>Vocablo anglosajón “''ghost''” en el original en alemán.</ref>? Entiende tan bien esta superstición, que nos la aclara con una palabra supersticiosa de uso corriente para él. O, mejor dicho, podría haber visto en esto que también hay algo en nosotros que habla a favor de aquellos modos de actuación del salvaje. – Cuando yo, que yo no creo que haya en ningún lugar seres humanos-sobrehumanos que uno pueda llamar dioses – cuando yo digo: «temo la venganza de los dioses», entonces esto demuestra, que puedo querer decir algo con eso, o que puedo darle expresión a una sensación, que no necesariamente está unida con aquella creencia.
Frazer [dice]: «Parece cierto que estas operaciones están dictadas por el miedo de los fantasmas de los caídos».<ref>Página 255 en la versión en español [212 en la inglesa] de ''La rama dorada''.</ref> Pero, ¿por qué usa Frazer la palabra «fantasma»?<ref>Vocablo anglosajón “''ghost''” en el original en alemán.</ref> Entiende tan bien esta superstición, que nos la aclara con una palabra supersticiosa de uso corriente para él. O, mejor dicho, podría haber visto en esto que también hay algo en nosotros que habla a favor de aquellos modos de actuación del salvaje. – Cuando yo, que yo no creo que haya en ningún lugar seres humanos-sobrehumanos que uno pueda llamar dioses – cuando yo digo: «temo la venganza de los dioses», entonces esto demuestra, que puedo querer decir algo con eso, o que puedo darle expresión a una sensación, que no necesariamente está unida con aquella creencia.




Line 210: Line 210:




[Las siguientes observaciones no se encuentran junto a las anteriores en el manuscrito a máquina original (cf. Rhees, 1967: 242). Miles/Rhees recogen que los anteriores fragmentos se escribieron como formando parte de un ensayo separado (cf. Miles/Rhees XXX)]
''[Las siguientes observaciones no se encuentran junto a las anteriores en el manuscrito a máquina original (cf. Rhees, 1967: 242). Miles/Rhees recogen que los anteriores fragmentos se escribieron como formando parte de un ensayo separado (cf. Miles/Rhees XXX)]''




Line 217: Line 217:
(Aunque esto es algo distinto a, por ejemplo, si él describiera que los salvajes se imaginan que se les cae su cabeza<ref>El pronombre „''ihr''“ en alemán implica que son los salvajes (plural) los que piensan que se les cae «su» [ihr] cabeza, y no el enemigo (singular masculino) al que han atacado (que requeriría el pronombre „''sein''“).</ref> cuando han matado a golpes a un enemigo. Aquí ''nuestra descripción'' no tendría nada de supersticioso o mágico).
(Aunque esto es algo distinto a, por ejemplo, si él describiera que los salvajes se imaginan que se les cae su cabeza<ref>El pronombre „''ihr''“ en alemán implica que son los salvajes (plural) los que piensan que se les cae «su» [ihr] cabeza, y no el enemigo (singular masculino) al que han atacado (que requeriría el pronombre „''sein''“).</ref> cuando han matado a golpes a un enemigo. Aquí ''nuestra descripción'' no tendría nada de supersticioso o mágico).


Sí, esta singularidad [se encuentra] no solamente en la expresión «fantasma» o «sombra»,<ref>Escrito en inglés en el original alemán: “''ghost''” y “''shade''”.</ref> y poco se tiene en cuenta el hecho de que en nuestro propio vocabulario educado contemos con las palabras «alma» o «espíritu» (“''spirit''”)<ref>La palabra inglesa “''ghost''” es escrita por el propio Wittgenstein como traducción de las alemanas „''Seele''“ y „''Geist''“, que también podríamos traducir como «alma» y «espíritu» respectivamente.</ref>. Frente a esto es una nimiedad que no pensemos que nuestra alma come y bebe.
Sí, esta singularidad [se encuentra] no solamente en la expresión «fantasma» o «sombra»,<ref>Escrito en inglés en el original alemán: “''ghost''” y “''shade''”.</ref> y poco se tiene en cuenta el hecho de que en nuestro propio vocabulario educado contemos con las palabras «alma» o «espíritu» (“''spirit''”).<ref>La palabra inglesa “''ghost''” es escrita por el propio Wittgenstein como traducción de las alemanas „''Seele''“ y „''Geist''“, que también podríamos traducir como «alma» y «espíritu» respectivamente.</ref> Frente a esto es una nimiedad que no pensemos que nuestra alma come y bebe.




En nuestro lenguaje reside una mitología completa.
En nuestro lenguaje reside una mitología completa.


[Se habla de] expulsar a la muerte o asesinar a la muerte; pero por otro lado es presentada como un esqueleto, como [si estuviera] ella misma muerta en cierto sentido. «Tan muerta como la muerte»<ref>Escrito en inglés en el original alemán: “''As dead as death''”.</ref> «Nada está tan muerto como la muerte; nada es tan bello como la propia belleza». La imagen bajo la cual uno piensa la realidad es que la belleza, la muerte… son las sustancias puras (concentradas), mientras que en un objeto bello existen como una mezcla. – Y, ¿no reconozco yo aquí mis propias observaciones sobre el «objeto» y el «complejo»?<ref>Referencia al ''Tractatus logico-philosophicus'', 1921, véase 2.0201 y 3.24 (diferencia lingüística), 4.441 (uso lógico del término), 5.5423 (perspectiva sensorial).</ref>
[Se habla de] expulsar a la muerte o asesinar a la muerte; pero por otro lado es presentada como un esqueleto, como [si estuviera] ella misma muerta en cierto sentido. «Tan muerta como la muerte».<ref>Escrito en inglés en el original alemán: “''As dead as death''”.</ref> «Nada está tan muerto como la muerte; nada es tan bello como la propia belleza». La imagen bajo la cual uno piensa la realidad es que la belleza, la muerte… son las sustancias puras (concentradas), mientras que en un objeto bello existen como una mezcla. – Y, ¿no reconozco yo aquí mis propias observaciones sobre el «objeto» y el «complejo»?<ref>Referencia al ''Tractatus logico-philosophicus'', 1921, véase 2.0201 y 3.24 (diferencia lingüística), 4.441 (uso lógico del término), 5.5423 (perspectiva sensorial).</ref>




En los antiguos ritos tenemos el uso de un lenguaje de signos extremadamente cultivado.
En los antiguos ritos tenemos el uso de un lenguaje de signos extremadamente cultivado.


Y cuando yo leo en Frazer querría decir a cada instante: todos estos procesos, estas transformaciones de significado, las tenemos ante nosotros en las palabras de nuestro lenguaje [''Wortsprache'']. Cuando lo que se esconde en la última gavilla es llamado el «lobo del grano» [''Kornwolf'']<ref>El Kornwolf o Roggenwolf, literalmente el «lobo del grano» o el «lobo del centeno», es un demonio con forma de lobo y apetito insaciable que, según la mitología popular, se podía encontrar en las últimas gavillas de cada cosecha. Se le llama así por la creencia de que el cornezuelo – un hongo que crece en distintos cereales, especialmente en el centeno – eran sus dientes, que quedaban clavados en la espiga del cereal.</ref>, pero también la gavilla en sí misma, y también el hombre [''Mann''] que la ata, entonces podemos reconocer de aquí un procedimiento lingüístico archiconocido.<ref>Miles/Rhees citan aquí ''La rama dorada'', página 511 en la versión en español [449 en la inglesa]: «En varias partes de Mecklemburgo, donde la creencia en el lobo del grano está especialmente presente, todo el mundo teme cortar las últimas espigas, pues decían que el lobo se sentaba en ellas […] el propio manojo de grano se llama el lobo, así como el hombre que lo corta».</ref>
Y cuando yo leo en Frazer querría decir a cada instante: todos estos procesos, estas transformaciones de significado, las tenemos ante nosotros en las palabras de nuestro lenguaje [''Wortsprache'']. Cuando lo que se esconde en la última gavilla es llamado el «lobo del grano» [''Kornwolf''],<ref>El Kornwolf o Roggenwolf, literalmente el «lobo del grano» o el «lobo del centeno», es un demonio con forma de lobo y apetito insaciable que, según la mitología popular, se podía encontrar en las últimas gavillas de cada cosecha. Se le llama así por la creencia de que el cornezuelo – un hongo que crece en distintos cereales, especialmente en el centeno – eran sus dientes, que quedaban clavados en la espiga del cereal.</ref> pero también la gavilla en sí misma, y también el hombre [''Mann''] que la ata, entonces podemos reconocer de aquí un procedimiento lingüístico archiconocido.<ref>Miles/Rhees citan aquí ''La rama dorada'', página 511 en la versión en español [449 en la inglesa]: «En varias partes de Mecklemburgo, donde la creencia en el lobo del grano está especialmente presente, todo el mundo teme cortar las últimas espigas, pues decían que el lobo se sentaba en ellas […] el propio manojo de grano se llama el lobo, así como el hombre que lo corta».</ref>




Line 270: Line 270:




Página 168<ref>Páginas de la edición inglesa: Frazer, J. G. (1923). ''The golden bough: a study in magic and religion''. London: Macmillan and Co.</ref> [206]<ref>Entre corchetes, las páginas de la edición en español: Frazer, ''La rama dorada. Magia y religión'', trans. Elizabeth Y Tadeo I. Campuzano, México & Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 1944.</ref>: ''«En cierto estadio de la sociedad primitiva se considera que el rey o el sacerdote está imbuido con poderes sobrenaturales o que es una encarnación de una deidad, y acorde a esta creencia se supone que el curso de la naturaleza está más o menos bajo su control»''.
Página 168<ref>Páginas de la edición inglesa: Frazer, J. G. (1923). ''The golden bough: a study in magic and religion''. London: Macmillan and Co.</ref> [206]:<ref>Entre corchetes, las páginas de la edición en español: Frazer, ''La rama dorada. Magia y religión'', trans. Elizabeth Y Tadeo I. Campuzano, México & Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 1944.</ref> ''«En cierto estadio de la sociedad primitiva se considera que el rey o el sacerdote está imbuido con poderes sobrenaturales o que es una encarnación de una deidad, y acorde a esta creencia se supone que el curso de la naturaleza está más o menos bajo su control»''.


Obviamente no es que el pueblo crea que el soberano [''Herrscher''] tenga estos poderes, mientras dicho líder sabe perfectamente que no los tiene, o bien no lo sabe por ser un idiota o un necio. Sino que la noción de su fuerza está obviamente establecida de tal manera que puede concordar con la experiencia (del pueblo y de él mismo). Que algún tipo de hipocresía juegue algún papel en esto solo es cierto, en tanto que esta se encuentra presente en la mayoría de [las cosas] que las personas hacen.
Obviamente no es que el pueblo crea que el soberano [''Herrscher''] tenga estos poderes, mientras dicho líder sabe perfectamente que no los tiene, o bien no lo sabe por ser un idiota o un necio. Sino que la noción de su fuerza está obviamente establecida de tal manera que puede concordar con la experiencia (del pueblo y de él mismo). Que algún tipo de hipocresía juegue algún papel en esto solo es cierto, en tanto que esta se encuentra presente en la mayoría de [las cosas] que las personas hacen.
Line 290: Line 290:




P. 179 [219]: ''«Los malayos conciben el alma humana como un pequeño hombre'' [man] ''[…] que corresponde exactamente en forma, proporción incluso en complexión con el hombre en cuyo cuerpo reside».''
P. 179 [219]: ''«Los malayos conciben el alma humana como un pequeño hombre [''man''] […] que corresponde exactamente en forma, proporción incluso en complexión con el hombre en cuyo cuerpo reside».''




Line 315: Line 315:




P. 618 [695]:<ref>Este fragmento no está en la edición de Rhees 1967, pero aparece en la de Miles/Rhees.</ref> ''«La persona que oficia como maestro del festín produce una gran torta cocinada con huevos y festoneado, llamado'' am bonnach bealtine ''(es decir, la torta del Buenfuego''<ref>También traducidos como «los fuegos de Beltane», festividad de origen celta.</ref>''). Estaba dividida en un número de piezas y era distribuida en su mayor parte a la compañía. Había una pieza particular que aquel a quien le tocaba era llamado cailleach beal-tine (es decir, el'' carline ''del Buenfuego, un término muy despectivo. Sabiendo esto, parte de la compañía le agarraba y fingían ponerle en el fuego… Y mientras que el festín estaba fresco en la memoria de la gente, fingían hablar del'' cailleach beal-tine ''como si estuviera muerto».''
P. 618 [695]:<ref>Este fragmento no está en la edición de Rhees 1967, pero aparece en la de Miles/Rhees.</ref> ''«La persona que oficia como maestro del festín produce una gran torta cocinada con huevos y festoneado, llamado'' am bonnach bealtine ''(es decir, la torta del Buenfuego'').<ref>También traducidos como «los fuegos de Beltane», festividad de origen celta.</ref>'' Estaba dividida en un número de piezas y era distribuida en su mayor parte a la compañía. Había una pieza particular que aquel a quien le tocaba era llamado cailleach beal-tine (es decir, el'' carline ''del Buenfuego, un término muy despectivo. Sabiendo esto, parte de la compañía le agarraba y fingían ponerle en el fuego… Y mientras que el festín estaba fresco en la memoria de la gente, fingían hablar del'' cailleach beal-tine ''como si estuviera muerto».''




Line 321: Line 321:




P. 618‒619 [695‒696]<ref>En la siguiente cita, solo desde «ponen todos» hasta «sacrificada a Baal» aparece en la versión de Rhees 1967, mientras que el resto es recogido por Miles/Rhees.</ref>: ''«En la parte occidental del Condado de Perth, la costumbre del Buenfuego seguía estando en boga a finales del siglo dieciocho. Ha sido descrita de la siguiente manera por el párroco de la época:'' “''Ponen todos los trocitos de torta en un sombrero. Cada uno de ellos, con los ojos tapados, extrae una porción. Al que sostiene el sombrero le corresponde el último trozo. El que extrae el trozo negro es la persona consagrada que será sacrificada a Baal''”. […]
P. 618‒619 [695‒696]:<ref>En la siguiente cita, solo desde «ponen todos» hasta «sacrificada a Baal» aparece en la versión de Rhees 1967, mientras que el resto es recogido por Miles/Rhees.</ref> ''«En la parte occidental del Condado de Perth, la costumbre del Buenfuego seguía estando en boga a finales del siglo dieciocho. Ha sido descrita de la siguiente manera por el párroco de la época:'' “''Ponen todos los trocitos de torta en un sombrero. Cada uno de ellos, con los ojos tapados, extrae una porción. Al que sostiene el sombrero le corresponde el último trozo. El que extrae el trozo negro es la persona consagrada que será sacrificada a Baal''”. […]


''Thomas Pennant, quien viajó al norte del Condado de Perth en el año 1769, nos relata que […] “cada uno obtiene una torta de harina de avena sobre la cual se levantan nueve pellas, cada una dedicada a un ser particular”. […]''
''Thomas Pennant, quien viajó al norte del Condado de Perth en el año 1769, nos relata que […] “cada uno obtiene una torta de harina de avena sobre la cual se levantan nueve pellas, cada una dedicada a un ser particular”. […]''